martes, 20 de marzo de 2018

ÁMBITO DE ORIENTACIÓN

ÁMBITO DE ORIENTACIÓN

Los ámbitos en los que el orientador educativo desarrolla su labor.
1.- Atención individual a los alumnos.
2.- Trabajo con los padres de familia.
3.- Vinculación con instituciones que brindan atención a los jóvenes.
4.- Trabajo con los tutores y el personal de asistencia educativa.
5.- Organización de redes de acción para garantizar el bienestar de los alumnos en el espacio escolar.

Se abordará de acuerdo con las necesidades de nuestra institución CBT No.4, Texcoco, para lo cual el orientador deberá establecer una agenda de trabajo para dar respuesta a las mismas.

1. Atención individual a los alumnos

Se habla de conocer las características, de manera personalizada, como parte de un contexto social y cultural que contribuye y limita su desarrollo en la que enfrentan los alumnos para asistir a la escuela, relacionadas con sus antecedentes familiares, sociales y culturales, así como la identificación de sus capacidades y aptitudes para el estudio. ¡La información relativa a esta dimensión individua!  será de gran utilidad para el alumno en la formulación de itinerarios académicos y profesionales de índole personal y para contribuir a tomar decisiones que permitan potenciar sus capacidades y a emprender acciones individuales oportunas

2. El trabajo con los padres de familia

Un ámbito del trabajo del orientador educativo es la comunicación constante con los padres de familia, buscando concertar formas de colaboración con la escuela que redunden en el desempeño académico de los alumnos. El acopio de información sobre estos últimos, a través de los padres de familia, constituye una tarea permanente. Los rubros sobre los que se exploren aspectos de la vida personal de los alumnos deben responder a las exigencias que plantea el trabajo escolar y las dificultades que se hacen manifiestas en el mismo.

Obtener información de los padres de familia sobre cómo ha sido la trayectoria educativa y las experiencias de vida de sus hijos durante la infancia, proporciona insumos valiosos que el orientador utilizará para identificar aspectos que son significativos en el trabajo escolar. La comunicación entre el orientador y los padres de familia tendrá un carácter recíproco, pues estos últimos también tendrán la oportunidad de recibir información sobre la situación escolar de sus hijos y su participación en la convivencia escolar. ¡El orientador establecerá comunicación periódica con lo!  padres de familia para informarles sobre las acciones que la escuela emprenderé con el fin de impulsar el desarrollo integral de su hijos. Asimismo, les exhortará é mantenerse informados sobre el acontecer de situaciones significativas qUE puedan beneficiar o trastornar el funcionamiento del centro escolar.

3. Vinculación y/o Canalización con instituciones que brindan atención a los jóvenes.

El orientador educativo tiene una función de enlace con instituciones que brindar atención a los jóvenes. De acuerdo con su conocimiento de las necesidades y los intereses de los alumnos, le corresponde identificar los servicios institucionales que puedan apoyar los ámbitos como salud, prevención de adicciones, sexualidad, recreación, formación académica futura y trabajo. El establecimiento de vínculos con instituciones que ofrecen este tipo de servicio favorece la identificación de escenarios de colaboración de especialistas en temas que resulten de mayor relevancia para la vida de los adolescentes y proporcionarles orientación a padres de familia y docentes en su labor.

4.- Apoyo y orientación a los docentes

Un problema constante que enfrenta la educación bachillerato tecnológico es la reprobación y el abandono de la escuela, aspectos que generan el rezago joven en la educación básica. Debido a la gravedad que representan, se hace necesario ofrecer, a docentes y alumnos, la información necesaria para identificar a tiempo la propensión a la reprobación o la deserción, con el fin de unir esfuerzos para mejorar el desempeño académico de los alumnos.

Para brindar este tipo atención y apoyo a docentes y alumnos, el orientador educativo considerará algunos indicadores como:
·         Características de los apoyos -personales y materiales- con que cuentan los alumnos fuera de la escuela, para el trabajo escolar.
·         Tiempo de traslado de los alumnos a la escuela y de ésta a casa.
·         Alumnos que realizan alguna actividad laboral y la manera en que la coordinan con la asistencia a la escuela y el tiempo de estudio en casa.
·         Enfermedades y necesidades de atención especial de los alumnos.

Estos factores pueden cobrar el trabajo colegiado en que participe el orientador con docentes, tutores y directivos le permitirá contar con una visión global e integradora de los alumnos y su entorno escolar y social, y dotará de sentido a la información que posee sobre los aspectos antes señalados. Todo ello facilitará la detección oportuna de problemas de aprendizaje que enfrentan los alumnos.

Una vez detectado un problema de reprobación o deserción será necesario plantear estrategias de solución de forma colegiada con los docentes y los coordinadores de grupo. Algunas de las estrategias que surjan tendrán que ver con el trabajo que desempeñan los docentes, por lo que el orientador podrá apoyar en la valoración y reflexión de las formas de enseñanza que se emplean y que requieren modificarse al identificar en ellas situaciones que pueden propiciar la reprobación. En otros casos, el orientador podrá canalizar a alumnos o a padres de familia a instituciones que puedan apoyarlos en la solución de problemas.


5. Organización de redes de acción para garantizar el bienestar de los alumnos en el espacio escolar

La escuela bachillerato tecnológico es un espacio donde deben prevalecer condiciones que garanticen el bienestar de todos sus integrantes. Estas condiciones abarcan la convivencia respetuosa y la existencia de instalaciones seguras e higiénicas, en suma, un entorno propicio para estudiar con interés y entusiasmo.

Para lograr que la escuela se convierta en un espacio apropiado para el desarrollo intelectual, emocional y social de los alumnos se requiere que, entre sus miembros, prevalezca una cultura de la prevención que permita identificar oportunamente situaciones que afecten su salud o disminuyan su interés por emprender tareas de estudio y de convivir armónicamente con los demás. Esta organización va sumada tanto a la atención individual de los alumnos como de los padres de familia y de programas encaminados a fortalecer la escuela bachillerato tecnológico como un espacio propicio para el desarrollo de los adolescentes en los aspectos emocional, físico y social.

El orientador educativo tiende a organizar redes de acción para favorecer el bienestar y desempeño académico de los alumnos, considerando acciones como campañas, conferencias, reuniones y días abiertos con padres de familia formando parte de una estrategia con  un propósito definido en función de problemas cuya solución demanden la participación de diversos actores de la comunidad escolar con la participación de alumnos, padres de familia, maestros y autoridades escolares puedan ponerse en marcha a lo largo del ciclo escolar.


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